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Yodo-131 vida media y realidad

Luego de de una larga recopilación de información dimos con la respuesta este atolladero que tienen ciertos usuarios. Te brindamos la respuesta y nuestro deseo es resultarte de mucha ayuda.

Solución:

El yodo-131 sufre una desintegración beta. Esto es lo que lo hace radiactivo. Cuanto más rápido se desintegra, más radiación emite por unidad de tiempo. Sí, el material desaparece más rápido que algo con una vida media más larga, pero su velocidad de descomposición significa que es más caliente.

El yodo-131 se descompone con una vida media de 8,02 días en xenón-131 estable, que no se considera cancerígeno. El xenón ciertamente no pertenece a su cuerpo, pero la cantidad producida sería químicamente insignificante. El yodo tiene un biológico vida media de 100 días en el cuerpo por lo que cualquier yodo-131 probablemente se descompondrá antes de ser excretado. Entonces la respuesta es SÍ a ambas preguntas, porque la radiación es mucho más peligrosa que la presencia de xenón y este riesgo se incurre en el momento del decaimiento.

EDITAR: La respuesta anterior supone que se ha consumido yodo-131 y ha pasado algún tiempo, y es incorrecta a menos que haya alguna forma de eliminar el yodo radiactivo (¿terapia KI?). La implicación es que dicho tratamiento debe iniciarse lo antes posible, pero puede que no valga la pena si ya han pasado meses. Sin esta posibilidad, el riesgo se incurre en el momento de la ingestión y la respuesta a la pregunta de riesgo para la salud es NO. La respuesta anterior también es incorrecta si permitimos otras posibilidades (por ejemplo, una cura para el cáncer). Si, como sugiere Henry en los comentarios, tenemos un vaso de agua contaminado con yodo-131 y lo guardamos en el refrigerador durante 90 días, entonces más del 99,9% del isótopo se habrá descompuesto en xenón estable e inofensivo. Pero lo bebería solo si no hubiera duda de que estaba libre de otro sustancias químicas radiactivas o venenosas (como el cesio-137).

I131 es un isótopo emisor de rayos gamma y beta. Como tal, la emisión beta es el componente destructivo. La emisión beta es un electrón expulsado del núcleo y es ionizante. Este aspecto hace que los electrones beta sean muy destructivos para el tejido tiroideo, que concentra yodo unas 200 veces más que cualquier otro tejido para producir tiroxina, una hormona endocrina que regula la tasa de los procesos metabólicos. La consideración importante es la dosis absorbida. Esta es la dosis total absorbida mientras el I131 está presente. Por lo tanto, el riesgo para la salud no es la mitad en una vida media porque la dosis es interna y la primera mitad ya se ha absorbido.

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